La configuración actual es el resultado de la unión de la primitiva iglesia, construida a partir de 1545, con la actual capilla mayor, añadida en el último cuarto del siglo XVII. La nave, con su portada lateral de ladrillo, fue realizada por el albañil Baltasar de la Hoya y los carpinteros Benito Hernández y Miguel Ruiz, según el modelo habitual en las modestas iglesias rurales de la Comarca. Elemento destacable de esta nave es su magnífica armadura. Presenta una original decoración en la tablazón y bellas lacerías en los extremos, todo ello reforzado por una contrastada policromía; sus elementos y proporciones demuestran una intensa restauración o reconstrucción posterior. En 1673, por iniciativa vecinal, se construyó la capilla mayor, adosada al que hasta ese momento había sido el testero de los pies. Por este motivo, la armadura ofrece su parte más rica, la ochavada, hacia la entrada, hecho poco frecuente. Por el mismo motivo la entrada actual tiene esa forma extraña de tres paños en oblicuo. Tanto esta portada como el paño de azulejos con la Virgen del Rosario son modernos. En el lateral se encuentra la portada primitiva, con doble arco de ladrillo y encima el escudo del obispo Martín de Ayala. El altar mayor está presidido por una pintura moderna conocida como el Cristo de los Milagros, de gran veneración en Purullena, aunque el patrón es San Martín. En los laterales de los pies, bajo el coro, se han descubierto hace pocos años unas curiosas pinturas murales de carácter popular, en las que aparecen San Miguel y San Antón, acompañados por los donantes de la obra, y enfrente San Juan Bautista y San Francisco.

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