Descubierta en noviembre de 1971 en el curso de unos trabajos agrícolas de rebaje de tierras. A partir de un metro de profundidad, comenzaron a aparecer materiales de construcción y cerámica romana en abundancia; en estos momentos fue cuando apareció la denominada «Venus de Paulenca», que se encuentra depositada actualmente en el Museo Arqueológico de Granada.

La excavación se realizó entre el 20 de junio y el 8 de julio de 1972 y fue dirigida por José Mª Santero Santurino. Para la excavación, en función de los restos que aparecían en superficie, se planteó una franja de 6 metros de ancho y 38,50 de largo dividida en seis sectores con testigos de medio metro entre ellos. En esta superficie aparecieron cuatro estancias, un depósito y dos conducciones de agua pertenecientes a una villa rústica tardo-romana.

Los muros de estas dependencias son de opus incertum, formado por piedras de pizarra unidas con un mortero de arena y cal pobre. Los suelos son pobres y están formados por pequeñas piedras y mortero de cal y arena. El depósito es de la misma obra que los muros y está recubierto en su interior con opus signinum, al igual que las dos conducciones de agua.

A juzgar por la pobreza de los restos arquitectónicos y, sobre todo, por la cerámica aparecida, las habitaciones excavadas corresponden a una zona de cocina y almacenaje de la villa. La caída de tambores de columnas de piedra arenisca y de una pared de estuco de varios colores, indican que la parte noble de la villa se situaría al sur de la zona excavada.

Arqueológicamente, sólo presenta una fase que, según la cerámica y monedas presentes, se fecharía en la primera mitad del siglo IV. Entre los restos localizados destaca una escultura femenina decapitada y sin brazos, realizada en mármol blanco de espejuelo.

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