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IRENE MOLERO 24092020
- Inversión: 36.387,66 €
- Subvención: 18.645,04 € (51,24%)
- FEADER: 90%
- Junta de Andalucía: 10%
- Nº de empleos creados: 2
Periodista de formación, Irene Molero ha puesto en marcha la primera lavandería industrial y ecológica de Benalúa
Benalúa, septiembre de 2020.
“El primer día que encendí las máquinas me puse a llorar y me fui a un rincón de la sala”. Con estas palabras, mezcla de emoción y responsabilidad, describe Irene Molero la puesta en marcha de su idea empresarial: Ecolabe, una lavandería industrial y ecológica ubicada en la localidad de Benalúa. Al pulsar aquel primer botón, Irene dejaba aparcada su formación y su carrera profesional como periodista y, en cambio, comenzaba a navegar por el mundo de la empresa.
Tras varios años trabajando para medios y como gabinete de comunicación se quedó en paro justo después de incorporarse al trabajo tras la baja por maternidad de su segunda hija. Con este paso, Irene dejó atrás el miedo de enfrentarse a la página en blanco en las crónicas y reportajes diarios para blanquear las sábanas y manteles de hoteles, restaurantes y del resto de sus clientes.
¿Qué hacía una periodista entre sábanas y manteles? Con el arranque de su propia empresa iba a ofrecer a su pueblo la primera lavandería industrial en Benalúa, un servicio que no se prestaba hasta ahora; el de Irene es, además, un proyecto liderado por una mujer y ha permitido crear un empleo adicional.
A través de su empresa Irene iba a poner en práctica la conciliación familiar. La lavandería industrial Ecolab era la posibilidad de coger las riendas de sus ”sueños, ideas y objetivos». La apuesta por la lavandería también lo era por el futuro familiar; nunca ha descartado que en los próximos años su marido se pueda incorporar para escuchar la banda sonora que brindan los trapos dando vueltas en los tambores de las lavadoras o el traqueteo rítmico de la calandra mientras plancha la ropa. Aún queda tiempo para eso, pero la intención de Irene era la de reunir a su familia en torno a dicho proyecto.
“Lo mejor que he podido hacer es montar la empresa en Benalúa, desde el primer día que decidí montar mi empresa he recibido el apoyo del Ayuntamiento, del CADE de Benalúa y del GDR de Guadix”, comenta con alivio. Los comienzos nunca son sencillos e Irene se muestra muy agradecida, “porque funcionan y se comunican muy bien entre los tres”. Gracias a esta buena coordinación a la que hace referencia, su travesía por despachos, instancias oficiales y montañas de papeles fue mucho más sencilla.
GDR
“En el GDR me ayudaron y me acompañaron en todo para que el proyecto saliese a flote y pudiese optar a la subvención”, cuenta Irene y añade que en cada paso fue guiada por los profesionales del grupo. Irene se muestra orgullosa también por haber sido el primer proyecto aprobado en el nuevo marco y de que se haya valorado el hecho de que sea un proyecto liderado por una mujer.
La inversión para que la lavandería industrial echase a andar se acercó a los 40.000 euros y la subvención recibida por parte del GDR fue de algo más del 51%. El proyecto de Ecolabe se aprobó en el marco de la Estrategia de Desarrollo Local LEADER de la Comarca programada para el periodo 2014-2020, financiada por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER) en un 90% y por la Junta de Andalucía en un 10%.
Irene enfocó su negocio a prestar servicio a la hostelería y la restauración, además de particulares. Desde que puso en marcha su negocio ha generado una estupenda relación con su clientela. Su esfuerzo ha sido siempre el de dar una respuesta puntual y personalizada a las necesidades de cada cliente. “Responder con puntualidad y con el compromiso de cumplir los plazos ha sido uno de los aspectos que más nos han ayudado a fidelizar a la clientela”. La lavandería se ha abierto camino en la comarca de Guadix y en la vecina de Baza, donde Ecolabe ha sido acogida con los brazos abiertos, según Irene.
Teledredón
La filosofía de Ecolabe es brindar un servicio fácil y accesible, es decir, la de facilitar a todos sus clientes el que su ropa acaba en sus lavadoras. El servicio que presta incluye desde el principio el transporte de las prendas sucias desde los establecimientos y entrega de prendas limpias a domicilio, algo que ella ha bautizado con la expresión “Teledredón”. “Tenemos mucha clientela en Benalúa, pero también el resto de la comarca y en Guadix, con gente que no se puede desplazar o que no tiene coche, personas mayores,… por eso hay un día a la semana que lo dejamos reservado para el teledredón”.
Ecológica
La gran novedad que ha ofrecido Ecolabe para sus clientes ha sido su línea de limpieza ecológica. Para la puesta en marcha de la lavandería, Irene utilizó lavadoras eficientes y eco y lavado de prendas con detergentes acreditados con “Etiqueta Ecológica Europea”. “Es cierto que los detergentes ecológicos pueden ser más caros, pero ofrecen muchos beneficios que a la larga los hace ser más rentables”, argumenta.
La limpieza ecológica de la ropa, además de los beneficios que aporta al medio ambiente, le permite ofrecer a sus clientes un servicio apto para personas con problemas de alergias y de piel. No obstante, el lavado ecológico supone un sobrecoste, por lo que es siempre una opción que ofrece a sus clientes. De hecho, en las remesas que proceden de hoteles “siempre reservamos un porcentaje para limpieza ecológica por si viene algún cliente que necesite ropa tratada de modo ecológico”. Otra de las ventajas es que alargan la vida de la ropa, lo que a la postre se traduce en ahorro, según explica Irene.
Los tambores de las lavadoras y las secadoras y el sonido de la calandra suenan cada día, desde el comienzo de la actividad, en el polígono industrial de Benalúa, ‘El Cordoví’, en una nave arrendada por el propio Ayuntamiento de Benalúa. Una vez que se han superado las dificultades iniciales, Irene aspira a consolidar su proyecto empresarial. La crisis de la Covid-19 no ha venido a ayudar, aunque Irene mantiene intactas sus ilusiones y la vista puesta en el futuro.