El dolmen 109 es de planta pentagonal (1,60 m x 1,45 m; altura conservada 0,95) y corredor extremadamente corto. Durante la excavación del Proyecto Gorafe en 1999 se encontraron dos anillos perimetrales. El más pequeño, de 4,80 m de diámetro, servía de contención a los ortostatos del dolmen, realizado mediante pequeñas y medianas piedras en torno a la planta. Destaca la presencia de grandes piedras planas dispuestas a los lados del corredor, que indican el abocinamiento de la entrada. El segundo anillo, de mayores dimensiones (6,80 m de diámetro), es el que delimita el perímetro del túmulo, cuyas piedras han sido colocadas directamente sobre el terreno base, de ahí la reutilización de grandes piedras que se encontrarían in situ. Destaca la presencia de un pequeño murete de piedras frente a la entrada del dolmen.
Pese a ser citado por el matrimonio Leisner, no aportan datos sobre el mismo. En la actuación llevada a cabo por M. García y C. Spahni tan solo se hallaron algunos restos humanos.