El teatro romano de Guadix se encuentra en el borde septentrional extramuros de la medina islámica, junto al Torreón del Ferro, en la antigua Huerta de los Lao. Apareció durante los trabajos para la construcción de un aparcamiento en el 2007 y excavado parcialmente en el año 2008.
Del teatro romano de Guadix se han excavado 1000 m² de superficie, sin contar con la prolongación hacia el norte de la galería de drenaje y un muro de sillares que podría corresponder al parascaenium. La scaenae frons tiene una longitud de 48,90 m y una anchura de 5,63 m, que en la base de la cimentación es de 7,10 m (24 pies romanos). Desde la base de la cimentación, la altura máxima conservada es de 3,06 m. La cimentación (hiladas 1 a 3) se construyó poniendo filas de sillares longitudinales a modo de encofrado que a veces se encajaban con otros transversales tras lo cual el interior se rellenó con hormigón. A partir de la cuarta hilada los sillares se disponen a soga y tizón con una hilada de sillares intermedios en las alas laterales. Los sillares de la cuarta hilada, puestos a tizón, resultan especialmente grandes con unas dimensiones medias de 1,70 m de longitud por una anchura de 0,5 m. Antes de colocar esta hilada, los constructores habían marcado en los sillares de la tercera hilada la línea a partir de la cual debían ponerse, lo mismo que en la cuarta marcaron las líneas donde se pondrían la quinta. A partir de ahí los sillares se colocan con idéntica alineación. Se conservan en total seis hiladas de sillares. Actualmente el scaenae frons se encuentra arrasado hasta la cota de las puertas (valva) que comunicarían con la parte posterior (postcaenium).
El proscaenium (escenario) tiene una longitud de 37,89 m (128 pies romanos) y una anchura de 7,5 metros, en total 284,17 m², quedando por excavar sólo 36,5 m². El escenario se separa de la orchestra con el frons pulpiti, un muro que en planta muestra una exedra semicircular central y tres nichos cuadrangulares a ambos lados de la misma. Las escaleras para acceder desde la orchestra al escenario se sitúan a ambos lados de la exedra: son tres peldaños de 22 cm de altura y una huella también de 22 cm. El frente del frons pulpiti presenta en todos sus habitáculos restos de las pinturas que lo decoraban. Este muro, más arrasado hacia el oeste, conserva desde la exedra central hasta el este toda su elevación (65 cm visibles; 1,20 m incluyendo los cimientos). El muro, de 60 cm de ancho, se construyó con encofrados de hormigón y estaría rematado por cornisas de 50 cm de altura y 30 cm de ancho. Gran número de estas cornisas las encontramos dispersas en el relleno del hyposcaenium; con una longitud de 87 cm, tienen dos encajes de sección cuadrangular de 13,5 cm de anchura y 12 cm de profundidad donde encajarían las vigas que soportarían la tablazón del escenario. Si sumamos los 50 cm de la cornisa a la elevación visible del muro, 65 cm, tenemos que el escenario estaría 1,15 metros sobre la orchestra.
Bajo el escenario tendríamos el hyposcaenium, habitáculo destinado a la tramoya y decorados. Sabemos que la altura útil de este espacio sería de 1,30 m. Actualmente se encuentra colmatado por números elementos arquitectónicos (basas, capiteles y cornisas) lo que confiere a este espacio un aspecto monumental. Como elementos reseñables en este grupo tenemos un capitel de estilo corintio y otro de estilo jónico, lo que evidencia la superposición de órdenes en la decoración arquitectónica del scaenae frons.
De la zona de la orchestra se han excavado 26 m², a los que habría que sumar los 23 m² del espacio donde desemboca el aditus (rampa de entrada) y donde encontramos los dos primeros registros de la galería de drenaje. La plataforma de la orchestra está construida con sillares de calcarenitas de distinto tamaño perfectamente encajados entre sí sobre la que dispondría la solería de mármol (no conservada). La anchura del aditus sería de 4,36 metros. Bajo el nivel de circulación de este pasillo lateral discurre una galería con bóveda de medio cañón de 40 cm de anchura y 1,82 de altura máxima, que serviría para el drenaje de la capa freática y la evacuación del agua de la lluvia.
El fuerte expolio al que fue sometido el teatro en época andalusí (y que llegó hasta el terreno natural) borró gran parte del graderío. En el área excavada actualmente, sólo se pueden apreciar los restos de dos de las gradas de la imma cavea. Por ellas sabemos que ésta estaría levantada sobre una base de hormigón, construida tras recortar en forma de media luna y adaptar el cerro arcilloso junto al que se construyó el teatro.