Parece que en el lugar de Diezma no existía ni siquiera una mezquitilla en la época musulmana, por su mismo carácter de cortijada, o, mejor aún, de lugar de posada, y con este carácter, según el Sínodo de don Martín de Ayala, es como se le asigna a la iglesia de La peza, la cual, de alguna manera, tenía la obligación de contribuir a su financiación. No obstante, parece que en tiempos del obispo fray Antonio de Guevara, se comenzó a edificar aquí, en Diezma, una iglesia, por mandato de tal obispo, que, no obstante, no se concluyó, por lo que, después, don Martín de Ayala mandaría que se acabase, dando para ello plazo de un año, debiendo cargarse a los diezmos y a las limosnas que el señor de la villa -los Guiral- debían dar para tal fin.
Así se haría, ya que por el año 1545, el maestro Cristóbal Nuño labraba el escudo, seguramente señorial, para tal iglesia. En el año 1560, el maestro Pedro hacía las campanas. En el año 1574, el maestro Thomás reclamaba ciertas deudas por las obras que había hecho en esta iglesia.
Pero no se acabaría del todo, ni tampoco se haría con muchas garantías, seguramente que por escasez de fondos, ya que la iglesia de Lapeza no siempre estaba en condiciones de ayudarla. Y así, por el año 1612, se ordenaba el reparo de esta obra, que haría el maestro Cabrera, por precio de veinte ducados. Todavía, por el año 1612, el mismo maestro Cabrera continuaba en su atención, y reclamaba pagos.
Pero, pronto, por el año 1627 se declara que la Capilla Mayor de esta iglesia está muy arruinada, por lo que debe repararse. Entre penurias, esta obra se adentró en el s. XVIII, en cuya fecha se dispuso la reedificación del templo, aprovechando, ahora, los mejores medios de la catedral de Guadix, y la estancia en ella de buenos maestros que la dirigían. Y así, por el año 1749, fue nombrado obrero mayor de esta iglesia el canónigo don Rodrigo Ximénez, nombrando, al mismo tiempo, para maestro mayor de la misma, a Gaspar Cayón, que dirigía y estaba encargado de la obra catedralicia, mientras el maestro Juan Raneos, era quien «in situ», en Diezma, llevaba las obras de tal reedificación, que fundamentalmente se hizo en el período que media entre el 1 de marzo de 1749 y el 23 de junio de 1750. No obstante, en noviembre del año 1863, nuevamente salían a subasta las obras de reparación del templo e iglesia de Diezma.