Junto a la iglesia se encuentran los restos de los baños. Debió de ser uno de los más grandes de todo el Zenete, algo lógico ya que fue también la más poblada y rica de sus alquerías. El eje del baño corre de norte a sur paralelo al barranco, con la caldera y la sala caliente hacia Sierra Nevada y la entrada y vestuario hacia el llano para aprovechar así el desnivel del terreno.
De él se conservan únicamente parte de dos naves rectangulares paralelas, orientadas de este a oeste. Las naves están cubiertas con bóveda de cañón y tiene lucernas rectangulares para la entrada de luz. En los muros sur y norte de la habitación conservada hay dos puertas enfrentadas de arco escarzano. En el resto de muro conservado de la segunda habitación hay otra puerta, no enfrentada con las anteriores, de arco de medio punto que comunicaba con una desaparecida tercera sala (hoy bajo un pequeño huerto).
La primera noticia que tenemos del baño es de 1511. Este baño servía además al lugar de Alcázar situado al otro lado del barranco. Estuvo en funcionamiento, al igual que el resto de los del Zenete, hasta el año 1566.