El antiguo convento de Franciscanos descalzos de San Pedro de Alcántara es una de las fundaciones más tardías de la ciudad de Guadix. Los frailes llegaron a la capital accitana bajo el obispado de Pérez Roy, tomando posesión en 1648 de una ermita dedicada a San Sebastián que se hallaba al otro lado del río y fundando un asilo y hospicio. Asenjo Sédano sospecha que el establecer en principio el hospicio para los frailes que iban de paso desde Andalucía hacia Levante, era una excusa para liberar las trabas que se oponían a su fundación. Dicha estrategia queda manifiesta por el cronista e historiador de la orden, Tomás de Montalvo, queen su comentario sobre el convento de Guadix afirma: “se intentó tomar Hospicio en aquella ciudad conque se evitase en algun modo el daño experimentado, y la asistencia de los Religiosos conquistase el afecto de los ciudadanos”.
De su primer lugar de recogimiento pasaron al convento de franciscanos observantes, obligados por las presiones de las restantes órdenes, hasta que por fin, en 1654, se establecen en una zona extramuros de la ciudad, hacia el sur, lugar de poca actividad económica y casi despoblado. Con el tiempo se convierte en polo de atracción y núcleo de crecimiento poblacional, aunque la construcción del convento e iglesia habría de demorarse unos años, quedando fuera de nuestro trabajo, además de haber sido muy recompuesto todo modernamente. No obstante conviene destacar la capilla del Santo Sepulcro anteriormente dedicada a la Virgen de las Angustias. Es exagonal y se cubre por un cúpula de paños y un camarín para la imagen titular que, atribuida a Ruiz del Peral, se perdió en la pasada guerra. Precisamente la cúpula del antecamarín o capilla destaca por su decoración, consistente en enlazados muy abigarrados que se entrecruzan de forma caprichosa formando amplios penachos, enmarcados por bandas o nervios de similar concepción aunque más fina de trazo. Pese a su sencillez, tiene cierto interés por presentar uno de los últimos exponentes conservados del desarrollo decorativo de matriz geométrica en bóvedas y cúpulas, que evolucionará hacia la dominante vegetal en los años siguientes.