Esta iglesia es una de las más monumentales de la zona y conserva bien su pleno carácter mudéjar, aunque con añadidos de estilo barroco dignos de interés. Fue construida hacia 1540-1550 por el experimentado albañil Francisco Centeno y el carpintero Miguel Ruiz, siguiendo el modelo de las iglesias de Santa Ana y Santiago de Guadix. Algunos elementos, como la torre, el coro y las capillas laterales se terminaron o modificaron años más tarde. Tiene tres naves y capilla mayor independiente, cubiertas por ricas armaduras decoradas con lacería mudéjar y pinturas renacentistas. La torre se remata con un chapitel de pizarra y espadaña de hierro. La portada lateral es de estilo renacentista y en el friso se lee su fecha: ANNO DNI 1541 DIE 6º DECENBRIS; los escudos corresponden al obispo Antonio del Águila. La portada de los pies, por el contrario, es de tradición mudéjar, de ladrillo formando una elegante arquivolta. Los muros muestran el tradicional aparejo de cajones encintados de ladrillo. Obra de especial interés es la capilla barroca ubicada a la izquierda, añadida en la primera mitad del siglo XVIII, con bellos adornos en yeso y elegante policromía que acogen escudos de órdenes religiosas y hermandades, junto con ángeles músicos y virtudes. Igualmente barroca es la parte superior del retablo mayor y se está completando el resto, siguiendo el estilo de lo anterior. Preside el camarín la patrona de Jérez, la Virgen de la Purificación, conocida popularmente con el nombre de “la Tizná”, por su intervención milagrosa cuando la caída de un rayo en 1653.