Esta iglesia es una de las últimas construidas de nueva planta en la Comarca, acorde a la tradición mudéjar. Las condiciones fueron redactadas en 1653 por el albañil Jacinto Villalba, el cual realizó el templo en los años siguientes. Presenta una nave y capilla mayor separada por amplio arco triunfal con pinturas de ángeles en las enjutas de factura moderna. Lo más destacado de la iglesia es la presencia de unas armaduras de sencilla traza pero adornadas con una original policromía en los tirantes y el friso que la rodea. Lo motivos van alternando grecas, cenefas vegetales y encintados geométricos, matizados por una austera policromía a base de rojo, negro y blanco. De las portadas, la lateral ofrece algo más de monumentalidad, con pilastras resaltadas. La torre es robusta y se corona con un amplio campanario y remata en una espadaña a modo de templete metálico. En el exterior una placa y un busto recuerdan al que fuera obispo de Guadix-Baza, el beato Manuel Medina Olmos, natural de esta localidad. Preside el altar mayor el Cristo de las Penas, patrón de la Lanteira, meritoria escultura de finales del siglo XVI.