La configuración actual del templo es fruto de sucesivas reformas que no desmerecen en su resultado final. La primera iglesia fue levantada a mediados del siglo XVI, siendo quemada por los moriscos durante la rebelión de 1568. El edificio actual debió hacerse en el siglo XVII, o al menos gran parte de los muros, según demuestran las dos portadas con motivos de apilastrados y pirámides de ladrillo. Del siglo XVIII debe ser la cabecera con el presbiterio y sendas dependencias laterales; la cúpula de media naranja y el apilastrado clasicista de esta cabecera contrastan con el concepto mudéjar de la nave. En ese mismo siglo o en el XIX debió rehacerse la armadura principal, ya que en ella aparecen elementos y soluciones formales muy tardías. De la misma época debe ser el coro y entonces se realizó el órgano, en 1786. La torre es, igualmente, de finales del siglo XVIII, como demuestra su cuerpo esbelto y el campanario, achaflanado, con pirámides y cupulita como remate. A pesar de su relativa modernidad, el conjunto que forman la magnífica armadura, el amplio coro y la tribuna del órgano, son un buen ejemplo de la inercia manifestada en esta Comarca por el arte mudéjar y la maestría alcanzada por los llamados “carpinteros de lo blanco” en las tierras de Guadix. En su moderno retablo del altar mayor se venera la Virgen del Rosario, patrona de Aldeire.