Esta pequeña iglesia, pese a sus dimensiones reducidas, es una verdadera joya del mudéjar accitano. Su construcción tuvo lugar en el siglo XVI, cuando esta localidad era una cortijada propiedad de los Molina. Su elemento más destacado es la armadura que cubre su única nave, obra de la primera mitad del siglo XVI, pero con reparaciones posteriores fácilmente apreciables. Es una artesa de lima bordón o simple en los ángulos, cuyas maderas, finamente labradas y pintadas, imitan el trabajo de la taracea. Los tirantes dobles apoyan en canes de tradición gótica y en sus calles muestran elegantes guirnaldas renacentistas (algunas repintadas). Sobre el altar mayor se aprecia un bello paño de lacería, con motivos de penachos vegetales y escudos heráldicos de los patrocinadores. La portada es un simple arco de medio punto con grandes dovelas de piedra. Es un templo con un especial encanto, por su sencilla ornamentación de imágenes, lámparas, altarcitos y esa armadura que podemos admirar tan cerca de nuestros ojos. La primitiva casa solariega de los Molina, luego de los Condes de la Puebla de Portugal, ubicada aneja a la cabecera, tuvo comunicación directa con la iglesia y también tenían su tribuna reservada junto al altar mayor. La Virgen del Rosario, patrona de Gobernador, preside el altar mayor.