El pequeño pueblo de Dólar está presidido por un promontorio en el que se sitúan las ruinas de un castillo medieval. Dólar posee un casco urbano de casas moriscas encaladas y calles estrechas y sinuosas en las que transcurre la tranquila vida del pueblo. En el monte de Dólar predominan las coníferas de repoblación, pero también se ha conservado la vegetación autóctona de la Sierra Nevada en los barrancos y en los bordes de las zonas cultivadas.