El pequeño pueblo de Huélago se sitúa en un estrecho valle formado por un arroyo que nace en Sierra Harana y va a parar al Fardes, y que ha permitido la formación de una pequeña pero fértil vega que contrasta con el entorno de bad-lands en que se sitúa y con los secanos de alrededor. Las gentes de Huélago, población muy afectada en las décadas pasadas por la emigración, se dedican principalmente a la agricultura y la ganadería. Como casi todos los pueblos de la Comarca, Huélago posee un pequeño templo mudéjar, además de un interesante barrio de cuevas.