Lanteira posee uno de los topónimos que mejor recuerdan la historia minera del Marquesado: Argentaria . En efecto, su historia ha estado muy marcada por la presencia de yacimientos de plata en sus cercanías. El pequeño pueblo morisco se encarama a las faldas de la Sierra Nevada dando lugar a un urbanismo intrincado lleno de hermosos rincones acogedores y que esconde, además, importantes restos (baños, fortificaciones, etc.), así como una iglesia mudéjar, residencia de una de las imágenes más interesantes de la comarca, el Santo Cristo de las Penas, de finales del siglo XVI o principios del XVII. Su entorno está salpicado de antiguos molinos harineros que aprovechaban el agua de la sierra y que invitan hoy al paseo por medio de auténticos vergeles, lo que se ve favorecido por la existencia de una buena oferta hotelera.